Pensar los medios y su cultura
Palabras clave:
Cultura y Comunicación Social, Ciencias Sociales Contemporáneas, Fenómenos de protesta y rebeldía, Venezuela, Guyana, Colombia, Protesta Popular, Paramilitarismo, Autoridad del Estado, Universidad Central de Venezuela (UCV), Sociedad, información y comunicación, Realidades mediáticas, Cultura popular, Investigación en comunicación, Formas de protestaResumen
Hace varios meses, cuando el Comité Editorial de la revista hizo un balance de los materiales que veníamos publicando durante los últimos años, llegamos a la conclusión de que una de las áreas problemáticas más importantes en las ciencias sociales contemporáneas que se encontraba ausente era Cultura y Comunicación Social. En consecuencia, invitamos a nuestro colega Marcelino Bisbal a organizar el Tema Central para este número, en función de los avances que se han producido recientemente en el área. Mientras tanto, en el último número, ya comentamos la coincidencia de haber recibido un manuscrito de Marisela Hernández que nos permitiera adelantar una especie de abreboca. Con otro artículo previsto para nuestro próximo número, el proceso de rectificación pareciera bien encaminado. En todo caso, como de costumbre, dejamos al coordinador invitado la presentación global de los materiales que ofrecemos a nuestros lectores. Los tres artículos que complementan el Tema Central son menos 'misceláneos' como de costumbre, aunque no fue consecuencia de ninguna intención expresa de nuestra parte. Versan sobre fenómenos de protesta y rebeldía que rozan o traspasan la ambigua frontera entre lo lícito y lo ilícito, lo legal y lo ilegal y plantean desafíos a la autoridad del Estado. Margarita López Maya nos ofrece un adelanto de los resultados de la investigación cuyo diseño y supuestos teórico-metodológicos fueron presentados en nuestro último número del año pasado, examinando los tipos de protesta popular que han caracterizado los años noventa en Venezuela. Hemos tenido la fortuna de recibir un trabajo de Bridget Welsh, una investigadora norteamericana, que analiza el mismo fenómeno pero en Guyana, ofreciéndonos un aporte que, además de proporcionar elementos sumamente importantes para hacer una comparación con la experiencia venezolana, contiene un análisis de la trayectoria recorrida por el vecino país durante las últimas décadas, sumamente provechoso para un público venezolano lamentablemente poco informado al respecto. El tercer artículo, de Ana Maldonado y Gabriel Salazar, está dedicado a otro de nuestros vecinos, Colombia, y examina el fenómeno del paramilitarismo, preguntando hasta qué punto su organización a nivel nacional y la búsqueda de una proyección política durante los años noventa lo ha llevado a tener un peso político propio. Aprovecho la oportunidad para informar a nuestros lectores de algunos cambios que estamos introduciendo en la revista. Dejo la dirección de la revista, ya que la Universidad Central de Venezuela me ha concedido el disfrute de un año sabático y estamos aprovechando la circunstancia para promover un saludable relevo generacional. Hemos tenido la enorme suerte de poder contar con Margarita López Maya y su disposición de asumir el puesto, a pesar de que, después de años colaborando con la revista, sabe perfectamente cuán difícil resulta a veces mantenerla, sobre todo cumpliendo con los niveles de exigencia que nos hemos impuesto a nosotros mismos. En todo caso, me siento sumamente contento de dejar la responsabilidad de la revista en manos de Margarita. Seguiré colaborando como miembro del Comité Editorial que, por lo demás, se ha ampliado con la incorporación de dos colaboradores más: Augusto De Venanzi, el actual director de los cursos de doctorado de la facultad; y Luis Enrique Lander quien ya había asumido la coordinación de los dos temas centrales que hemos ofrecido sobre el tema petrolero. No está previsto un cambio global en la política editorial de la revista, que sigue los lineamientos esbozados en nuestro primer editorial del año 1995. Seguramente, seguiremos evaluándola periódicamente e introduciendo los correctivos que parezcan aconsejables. Lo que sí aspiramos modificar sustancialmente es el sistema de divulgación y distribución, que lamentablemente no ha estado a la altura de su contenido. Afortunadamente, tenemos la perspectiva de un salto cualitativo en cuanto a divulgación a través de Internet. Durante el curso de este año, fuimos seleccionados, junto a tres revistas más de la universidad, para iniciar un programa promovido por el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico para la divulgación de las revistas de la UCV en una versión electrónica. En cuanto a la distribución y otros aspectos organizativos de la revista, contamos con el decidido apoyo del actual decano de la facultad (y miembro fundador de nuestro Comité Editorial) Dr. Víctor Rago, para introducir los necesarios cambios, de manera que tenemos perspectivas reales de superar los problemas. De hecho, estamos aprovechando los últimos meses de este año para enfrentar los distintos escollos, con el propósito de garantizar que la nueva directora reciba una revista funcionando de la mejor manera posible.